«En la mañana el ariki Tu’u Ko Iho asió una azuela, tomó los tizones de toromiro y talló los ojos, las orejas, el cuello, el pecho, las manos, el vientre… Tu’u Ko Iho vio que el moai era la figura de Hitirau, un moai kavakava.»
Este episodio es parte de la tradición oral de la isla relacionada con uno de los grandes personajes de la oralidad, el ariki Tu’u Ko Iho. A él se le atribuye la creación de los hoy día mundialmente famosos moai kavakava, tallados que representan la cumbre del arte en madera de la isla y de Polinesia. Es interesante que se menciona en forma explícita la madera de toromiro como la materia prima seleccionada por Tu’u Ko Iho para realizar sus esculturas.

La tradición oral también atribuye al ancestro colonizador Hotu Matu’a la importación del toromiro a la isla, aunque en la actualidad sabemos con certeza que el toromiro crecía desde miles de años antes en esta tierra. Ambos detalles en estos relatos isleños evidencian la importancia y significado que se le otorgaba al toromiro desde tiempos antiguos. A pesar de que se mencionan otros árboles, el toromiro destaca en la historia local dentro del contexto de lo sagrado y lo asociado a la aristocracia.

Varias especies vegetales de Rapa Nui tenían en tiempos antiguos relevancia cultural, por diversas razones. Algunas se ocupaban en ciertos juegos, otras en tallado en madera, varias tenían uso medicinal; otras se utilizaban con fines cosméticos, alimenticios y por supuesto habían una gran variedad de aplicaciones prácticas para la elaboración de instrumentos y viviendas. Pero ninguna ha llegado a ser tan valorada como el toromiro.
Para tratar de comprender el alto valor del toromiro en la cultura prehistórica de Isla de Pascua sería necesario situarse en la concepción del mundo que tenía la sociedad antigua, lo cual apenas podemos imaginar. Aunque no se ha hecho una investigación sistemática con una muestra representativa de todos los objetos de madera antiguos, según parece ciertos tipos de objetos se tallaban solamente en ciertas maderas. Análisis de antiguos objetos ceremoniales de Rapa Nui, tallados en madera y que hoy se encuentran en diversos museos, están hechos en madera de toromiro. Al menos así es en el caso de ciertos moai kavakava, moai tangata y remos de danza, todos ellos objetos de uso ritual y significado religioso.
Este árbol llegó a ser uno de las pocas especies arbóreas que sobrevivieron hasta el siglo XX, y por lo mismo fue muy cotizado en el arte en madera de la isla. De hecho, durante la primera mitad del siglo XX, los tallados en madera de Rapa Nui fueron conocidos muchas veces por los visitantes como «tolomiros» (sic), incluso a pesar de que muchas figuras en realidad estaban esculpidas en otras maderas, como es el caso de las famosas llamadas tablillas parlantes o kohau rongorongo.

Se dice que la madera de toromiro fue una de las más apreciadas, por su dureza y grano fino. Su color variaba entre un café claro y un castaño amarillento. Trabajar esta madera debió haber sido muy difícil con herramientas de basalto y obsidiana. Los trozos deben haber sido en general cortos y poco diámetro, muchas veces torcidos y nudosos. Además requería tratamientos especiales de secado, quizás en largos periodos dentro de cavernas. Aun así, las antiguas figuras de toromiro alcanzaron un nivel de maestría que sobresale a nivel universal dentro del arte polinésico en madera.
Pero el toromiro no fue únicamente importante en el arte del tallado en madera También fue la materia prima para la confección de instrumentos agrícolas como el oka y el akauve, que se usaban en labranza y plantación.
El hecho de que esta especie sea el único árbol endémico de Rapa Nui, sumado al relato trágico de su desaparición, han otorgado un carácter más emblemático al toromiro en tiempos modernos.
El toromiro ha llegado a ser en nuestros tiempos un icono de la cultura y la historia de la isla, simbolizando una época lejana en que los recursos naturales jugaron un papel primordial en el desarrollo técnico, económico y cultural de la sociedad antigua.