El toromiro fue catalogado como «probablemente extinto» en el Libro Rojo de Datos sobre Plantas de IUCN en 1978. Los primeros registros de su cultivo se remontan a los primeros años del siglo XX. El Real Jardín Botánico de Kew distribuía plantas cultivadas a partir de las semillas recogidas por Routledge en 1917. La cepa cultivada en el Jardín Botánico de Gotemburgo, en 1919-1920, provenía de las semillas recogidas por Skottsberg.
Posteriormente, el toromiro se encontró en algunos jardines botánicos europeos. Las cepas europeas de toromiro actualmente en cultivo descienden de la colecta realizada por Heyerdahl en 1955/56. En 1959, 4 almácigos germinaron en el Jardín Botánico de Gotemburgo. Esta cepa inicial derivaba de un árbol y es probable que haya surgido como resultado de la autopolinización. Durante el período de fines de los años 1970s, Gotemburgo distribuyó la cepa a numerosos jardines botánicos.
Este jardín botánico, sobre la base de los ejemplares adultos de toromiro que posee, ha realizado propagación por semillas y estacas además de micropropagación en colaboración con la Universidad de Agricultura Sueca. El material así propagado, además de haber sido repartido a varios jardines botánicos alrededor del mundo, fue también utilizado para realizar algunos ensayos de reintroducción de la especie en Rapa Nui en varias ocasiones, ya sea sobre la base de estacas (1981), semillas (1983), y dos plantas con aclimatación previa (1988).
En los años ’90, varios organismos nacionales y extranjeros crearon el llamado Grupo de Gestión del Toromiro (TMG), con diversas agencias colaboradoras comprometidas con la conservación del Sophora toromiro y con la recuperación de esta especie y de los hábitat isleños asociados a la ecología de la especie y la cultura de Isla de Pascua. Sin embargo, este trabajo también perdió continuidad.
En cuanto al Jardín Botánico de la Universidad de Bonn, a partir del descubrimiento de su ejemplar en 1988, lo han propagado por estacas y semillas. En 1995 a través de una gestión del Toromiro Management Group se trajo a la isla unas 180 plantas de Gothenburg y Bonn, que se entregaron a CONAF.
El Sophora toromiro también se cultiva en el Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar, en Chile. Se cree que estos ejemplares provienen de las semillas recogidas por Efraín Volosky en Isla de Pascua. Efraín Volosky donó dicha semillas a Patricio Montaldo, quien fue Director del Jardín entre 1952 y 1959. Si bien no existe documentación sobre la recopilación, existe un espécimen de herbario de Sophora toromiro en el Herbario de Santiago (SGO) recogido por Volosky en 1953.
Además de las plantas que crecen en el Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar, existen numerosos árboles que crecen en jardines y viveros privados. Ninguno de estos especimenes tiene algún origen documentado.
En 1994, se llevó una semilla de uno de los árboles de Santiago al Jardín Botánico de Missouri, en donde más tarde los almácigos se establecieron en el Arboretum y Jardín Botánico de Waimea en Hawai.
En 1996, se ubicó una nueva población cultivada en los Jardines Botánicos Reales de Melbourne, Australia. El origen de esta cepa es desconocido. Respecto al ejemplar del Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar, éste ha servido para propagación por semilla y estacas, y actualmente se dispone de varios ejemplares. De este lugar se han enviado en diversas oportunidades semillas y plantas.
Sobre la base del mismo individuo se han realizado dos intentos de reintroducción, llevándose en la primera ocasión seis plántulas de un año en 1984, las que fueron mantenidas en el vivero del Parque Nacional Rapa Nui. Posteriormente, en 1988, se llevaron otras 6 plantas de semillas, esta vez de 4 años de edad, tres de las cuales fueron distribuidas en jardines en Hanga Roa, 2 se plantaron aledañas al vivero del parque, y una fue plantada en la ladera interior del volcán Rano Kau, constituyendo esta última el primer intento real de reintroducción in situ, ya que todos los demás estaban bajo condiciones de cultivo. Al igual que las iniciativas anteriores, esta tampoco tuvo éxito.
En Isla de Pascua, CONAF, en conjunto con el TMG o como parte de iniciativas propias, ha realizado diversos ensayos de reintroducción, desde los años ’80, sin éxito hasta la fecha, debido a diversos causas, entre los que los especialistas mencionan: falta de bacterias nitrificantes en el suelo local, aumento de pestes en la isla, debilidad de la descendencia de un último ejemplar que probablemente crecía en un sitio marginal de distribución de la especie, o una combinación de todas ellas.
Desde 1998, el toromiro está clasificado por la UICN como Extinct in the Wild (EW), señalando que «A few plants still exist in cultivation in botanic gardens but attempts at reintroduction of the species on Easter Island have failed».