En esta sección presentamos un panorama general sobre esta especie endémica de Rapa Nui
Fotografías: Óscar Fernández, Jardín Botánico Nacional

1.- Biología
El nombre científico de este árbol es Sophora toromiro, de la familia de los Leguminosae-Papilionoideae. El género Sophora consiste en aproximadamente 80 especies de árboles, arbustos y hierbas perennes de regiones tropicales y templadas de ambos hemisferios. El Sophora toromiro pertenece al grupo Edwardsia.
El toromiro es un árbol pequeño o arbusto perenne que pocas veces superar los 2 a 3 m. Las plantas mantenidas en viveros alcanzan los 30 a 55 años de edad y una altura de 2 m. Esta planta tiene un crecimiento muy lento comparado con el rápido desarrollo de otras especies de Sophora estrechamente relacionadas con ella.
El árbol se caracteriza por sus hojas de unos 45 cm de largo que consisten en 7 a 21 foliolos elípticos de color verde grisáceo en la parte superior. La fruta es una vaina alargada con 1 a 6 semillas adentro, que poseen forma ovalada. Las flores amarillas del árbol tienen forma levemente tubular y miden de 1,5 a 2 cm de largo.
2.- Historia

Originalmente, la vegetación de Rapa Nui estaba dominada por arbustos bajos y bosques de palmeras. La degradación de la vegetación natural y la expansión de las áreas de pasturas son el resultado de la colonización polinésica a partir de 700 AD y el drástico crecimiento de la población hasta alrededor de 1400 AD.
Este proceso de degradación finalizó en 1866 cuando los colonos europeos introdujeron conejos, ovejas, chanchos, caballos y ganado. Todos estos factores combinados con la sobreexplotación de madera para tallados se tradujo en la reducción del Sophora toromiro.
Dicha disminución ilustra la degradación provocada por el hombre en el ecosistema de Rapa Nui tanto en términos de pérdida taxonómica como en los cambios de los procesos ecológicos.
El último árbol de toromiro que sobrevivía en estado natural, en las laderas interiores del Cráter del Rano Kau Cráter, fue derribado en 1960 y provocó su desaparición de su hábitat natural. Una recolección de semillas de este último árbol madre existente realizada por el ingeniero agrónomo chileno Efraín Volosky y por el arqueólogo sueco Thor Heyerdahl en permitió que lograra sobrevivir sólo en jardines botánicos de Chile y Europa.
Anteriormente, Catherine Routledge en 1917 y Carl Skottsberg en 1919-1920 habían realizado recolecciones de semillas y también habían tipificado las especies. Las semillas de Routledge se utilizaron para su cultivo en Inglaterra en el Jardín Botánico Real de Kew, mientras que las semillas de Skottsberg fueron cultivadas en Suecia en el Jardín Botánico de Gotemburgo. Al parecer, ninguna de estas introducciones persistió en cultivo.
3.- Estado del Cultivo
El primer registro de esta especie en cultivo data de principios del siglo 20 entre 1919 y 1920, las plantas fueron cultivadas en el Jardín Botánico de Gotemburgo, Suecia, y provenían de semillas recolectadas por Carl Skottsberg. Esta cepa no sobrevivió en cultivo.
El mismo año, el Jardín Botánico Real de Kew distribuyó plantas cultivadas a partir de semillas silvestres recolectadas por Katherine Routledge. Esta cepa tampoco sobrevivió en cultivo.

Luego de que el último árbol fuera derribado en 1960, en el cráter del Rano Kau, la especie quedó identificada como «probablemente extinta» en el Libro de Datos Rojos de IUCN de plantas en 1978. Por último, en 1994, el Sophora toromiro quedó registrado como extinto en estado silvestre en este libro de datos rojos.
En efecto, Sophora toromiro sobrevivió en los jardines botánicos y privados de todo el mundo, al igual que en Europa, Chile, Australia y Estados Unidos. Actualmente, la especie se cultiva en Göteburg en Suecia; Munich y Bonn en Alemania; Menton al sur de Francia; Copenhague en Dinamarca; Hawai en Estados Unidos; en Melbourne, Australia; y Viña del Mar, y varios jardines privados y criaderos de plantas en Chile. Por otra parte, algunos ejemplares se han entregado desde estos diferentes jardines Botánicos a Rapa Nui.
El toromiro es un buen ejemplo de la función que puede desempeñar el Jardín Botánico en la conservación de plantas en peligro de extinción o plantas exóticas. Hoy en día, 25 plantas de distintas edades están creciendo en el criadero de CONAF. La especie más antigua de estos toromiro tiene 12 años y mide alrededor de 1 m de alto. Este árbol está sano y en buenas condiciones de crecimiento y lo puede visitar en el jardín de la Oficina de CONAF.
Del mismo modo, existen árboles que han sido plantados en la ladera del cráter Rano Kau, hábitat original del último árbol existente en estado salvaje. Estos árboles reciben atención regular por parte del personal de CONAF. Asimismo, existen árboles que crecen en varios lugares de Rapa Nui.

En 1994, se creó el Grupo de Gestión del Toromiro, también llamado TMG, con el propósito de volver a introducir Sophora toromiro en su hábitat natural, Isla de Pascua. El TMG trató de promover y de mantener la colaboración entre los Jardines Botánicos que lo mantienen en existencias y con las autoridades de conservación, CONAF en Chile e Isla de Pascua. El TMG solía ser un grupo de agencias colaboradoras dedicadas a la conservación de Sophora toromiro y a la recuperación de esta especie en la isla dentro de la ecología y la cultura de Rapa Nui.
Este grupo deseaba asegurar el Toromiro contra la extinción mediante su establecimiento en el cultivo y su reintroducción en su hábitat natural. El Grupo de Gestión del Toromiro estaba conformado por miembros de Chile, Suecia, Reino Unido, Francia, Alemania y Australia, y su grupo de colaboradores está constituido por conservacionistas, administradores de jardines botánicos, genetistas y arqueólogos.
En la actualidad, este grupo ya no está en actividad, sin embargo CONAF Rapa Nui sigue trabajando en este proyecto tal como lo describiremos más adelante. En paralelo con esta campaña educativa, CONAF Isla de Pascua está preparando un proyecto de conservación, con socios científicos nacionales.
4.- Problemas de Conservación
Los primeros intentos de reintroducción de los que se tiene conocimiento datan de 1965. Desde entonces, ha habido muchos intentos de reintroducción en la isla a través de los años. Desafortunadamente, la mayoría de ellos ha fracasado por diferentes razones. Asimismo, las recolecciones aún muestran un alto nivel de mortalidad, de modo que la especie no se encuentra totalmente segura bajo cultivo en los Jardines Botánicos.
De hecho, existe una serie de factores que se deben considerar para la reintroducción de Sophora toromiro. Esta especie es sensible, presenta un crecimiento muy lento y requiere de condiciones específicas, tales como un suelo húmedo, materia orgánica en el suelo, asociaciones micorrícicas o rizobianas, protección contra vientos salinos y fuerte sol; y contra predadores. Uno de los principales problemas es que sólo existen unos pocos ejemplares de Sophora toromiro en el mundo con baja diversidad genética por el momento.

Pequeñas poblaciones aisladas y fragmentadas sin migración se pueden volver altamente endogámicas con el tiempo. La endogamia promueve la pérdida de diversidad genética. A medida que una población se torna más endogámica, se reducen las oportunidades de supervivencia y la reproducción, lo que conduce a la disminución de la población. El aumento de la endogamia y la disminución de la población lo hacen más vulnerable a la variación demográfica y a las catástrofes.
Otro obstáculo grave para obtener un cultivo de éxito es el control de plagas. La araña roja de invernadero – que se observa a través de las pequeñas mancha de color plata del follaje – es lejos el peor problema de plagas y puede causar una defoliación total cuando es grave.
La especie también es atacada por un gran número de otros patógenos, tales como los hongos. Algunos ejemplares del vivero de CONAF en Rapa Nui están infectados con hongos. Resulta difícil tratar estos problemas con productos químicos, ya que la planta es bastante sensible a estos productos y su aplicación puede causar quemaduras en las hojas o defoliación.
Otro problema importante es el cambio de las condiciones en la isla causado por la degradación antropogénica. La ecología de la isla ha sido alterada en forma permanente y estos cambios dificultan el crecimiento del toromiro en su antiguo hábitat natural.
Del mismo modo, existe una amenaza de hibridación con la especie Sophora microphylla con la cual se relaciona estrechamente. Esta hibridación crearía otro tipo de planta, diferente al Sophora toromiro original. Las características morfológicas similares de Sophora microphylla y Sophora toromiro dificultan su diferenciación. Por esta razón, CONAF revisa cada ejemplar enviado a la isla, o bien, que ya está en crecimiento en la isla para verificar el verdadero pedigrí de Sophora toromiro.
5.- Plan Nacional de Conservación

Es realmente importante reintroducir Sophora toromiro en su hábitat natural, es por ello que se han realizado muchos esfuerzos en el pasado para este propósito. En realidad los resultados no están garantizados, pero deben agotarse los esfuerzos. Sophora toromiro es el patrimonio natural de Rapa Nui por excelencia.
La extinción en la naturaleza evoca la dramática lección de la isla paradisíaca devastada por la acción del hombre y esta especie simboliza la época en que los árboles y sus maderas desempeñaban un papel en la sociedad antigua técnica, económica y cultural. Asimismo, el toromiro simboliza los grandes y urgentes desafíos de conservación de la flora endémica y nativa de Rapa Nui.
Dada la importancia del toromiro en la isla y los intentos de reintroducción fallidos en el pasado, la Unidad técnica de CONAF Rapa Nui creó en noviembre de 2011 un plan Nacional para conservar el toromiro: «Plan Nacional de Conservación del toromiro». Parte de este plan fue conducir una búsqueda a nivel mundial para localizar todos los ejemplares de toromiro disponibles en cultivo a fin de recolectar la mayor información posible acerca de los ejemplares. Ello se realizó para aumentar al máximo estos nuevos intentos de reintroducción.
A través de diversas acciones el Jardín Botánico Nacional y CONAF mantienen vigente la conservación del toromiro en Rapa Nui:

> El Jardín Botánico Nacional es la institución que a nivel mundial lidera la propagación de toromiro desde hace más de 60 años, produciendo plantas y semillas que se usan en otros jardines y viveros.
> En un trabajo conjunto con la Fundación Mata Ki Te Rangi, y con el apoyo del Jardín Botánico Nacional, CONAF mantiene un huerto demostrativo en el sector Mataveri, el cual ya ha dado algunas semillas. y hasta esta fecha sigue propagando la especie en el Vivero Mataveri Otai.
> Otras plantas de toromiro se propagan a partir de la primera generación de semillas provenientes de un huerto semillero clonal habilitado este año en la Reserva Nacional Lago Peñuelas.
> Por otro lado, se han plantado algunos toromiro en pequeños sitios muy resguardados del Parque Nacional Rapa Nui, a fin de monitorear el comportamiento de la especie bajo las condiciones ambientales actuales.
> En 2014 se amplió el programa de conservación, y comenzó una campaña educativa que ayudará a mantener vivo y vigente el desafío del toromiro.
> Y a partir de 2016 se espera reactivar la cooperación internacional para la conservación de este árbol, ya que son varias las interrogantes científicas que se deben dilucidar y varios los problemas técnicos que se deben resolver a fin de establecer un escenario más favorable para la conservación de este especie.